Familiares y amigos del joven se movilizaron desde la avenida Perón e Yrigoyen hasta la puerta de la Municipalidad de La Matanza reclamando justicia.
Hubo cortes de calles y los colectivos se desviaron por arterias alternativas.

El caso de Fernando Leguizamónde 21 años conmocionó a los vecinos de Ciudad Evita el pasado 18 de diciembre cuando el joven fue asesinado de un tiro en la nuca por defender a su familia de delincuentes.
En la noche del fatídico hecho, comió un asado en lo de su padre y al salir caminó algunas cuadras para ir a ver a su nene. Cuando llegaba, se encontró envuelto en medio de una pelea. Su pareja, Camila, acusaba a un cuñado de haber entrado a robarle a su casa. Decía que se había llevado algunas joyas, pero lo que más le importaba recuperar era el nebulizador que necesita su hijo. Todo terminó en una tragedia: el joven intentó recuperar lo robado, fue atacado por una patota y cayó asesinado de un tiro en la nuca.
Fernando, su padre y parte de su familia vivían en esa misma zona, pero a partir de lo que pasó decidieron mudarse porque, según sostienen, la gente que asesinó al joven está vinculada a la venta de drogas y ahora están amenazados. Aseguran incluso que, entre quienes le dispararon a Fernando, había un policía de la Bonaerense en actividad.
Fueron más de 20 tiros los que le dispararon la noche del crimen al joven, que también fue atacado a golpes y patadas en el piso como si quisieran lincharlo. “Lo desfiguraron. No solo le metieron un tiro en la nuca, sino que luego siguieron pegándole” aseguró a la prensa en esos días.
“Hubo mucha gente que vio lo que pasó con mi hijo, pero tienen miedo porque ahora andan amenazando a todo el mundo para que no hablen”, aseguró Jorge. Según dijeron desde la investigación, esperan las pericias y ya hay testigos citados, pero no hay detenidos.
Hubo cortes de calles y los colectivos se desviaron por arterias alternativas.

El caso de Fernando Leguizamónde 21 años conmocionó a los vecinos de Ciudad Evita el pasado 18 de diciembre cuando el joven fue asesinado de un tiro en la nuca por defender a su familia de delincuentes.
En la noche del fatídico hecho, comió un asado en lo de su padre y al salir caminó algunas cuadras para ir a ver a su nene. Cuando llegaba, se encontró envuelto en medio de una pelea. Su pareja, Camila, acusaba a un cuñado de haber entrado a robarle a su casa. Decía que se había llevado algunas joyas, pero lo que más le importaba recuperar era el nebulizador que necesita su hijo. Todo terminó en una tragedia: el joven intentó recuperar lo robado, fue atacado por una patota y cayó asesinado de un tiro en la nuca.
Fernando, su padre y parte de su familia vivían en esa misma zona, pero a partir de lo que pasó decidieron mudarse porque, según sostienen, la gente que asesinó al joven está vinculada a la venta de drogas y ahora están amenazados. Aseguran incluso que, entre quienes le dispararon a Fernando, había un policía de la Bonaerense en actividad.
Fueron más de 20 tiros los que le dispararon la noche del crimen al joven, que también fue atacado a golpes y patadas en el piso como si quisieran lincharlo. “Lo desfiguraron. No solo le metieron un tiro en la nuca, sino que luego siguieron pegándole” aseguró a la prensa en esos días.
“Hubo mucha gente que vio lo que pasó con mi hijo, pero tienen miedo porque ahora andan amenazando a todo el mundo para que no hablen”, aseguró Jorge. Según dijeron desde la investigación, esperan las pericias y ya hay testigos citados, pero no hay detenidos.
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