A principios del siglo XX y en un distrito de La Matanza que aún no despegaba de su pasado agro-ganadero, dan comienzo gestiones oficiales y particulares que buscaban afanosamente que el progreso se abra paso en nuestro pago chico..
A partir de 1919 una entidad intenta aglutinar a importantes actores económicos y profesionales, en la búsqueda de ideas y recursos que posibiliten el avance y la modernidad de nuestra ciudad y nuestro distrito.
Así nació el Club Social de San Justo como iniciativa privada. Para 1921 el H.C.D. convoca a la formación de una comisión de doce vecinos, que junto al H.C.D. iniciará gestiones ante organismos provinciales y nacionales, para la concreción de las obras públicas que sean necesarias para la vialidad pública en el distrito, contando para ello con la participación del Sr. Intendente Municipal en dichas gestiones.
Funcionando de este modo ad-hoc, el H.C.D. y la Comisión de Grandes Contribuyentes elaboran en agosto de 1924, la Ordenanza N° 156 que propone en su enunciado…”Pavimentar con granito, a base de hormigón, de acuerdo a la Ley de Bonos de Pavimentación las calles que a continuación se detallan:..”
Y a partir de allí se detalla un ambicioso listado de calles que conectaban nuestro distrito con los pavimentos capitalinos, con el agregado de pavimentación de calles céntricas en La Tablada, San Justo y Ramos Mejía.
Estas obras contemplaban una adhesión a los planes provinciales en la suma de
$ 5.000.000.- de pesos de la época. La citada Ordenanza especifica que de esta suma, dos millones serían para planta urbana y tres millones para planta suburbana.
Era sin duda un ambicioso plan que deambularía en los despachos provinciales cinco largos años, hasta que finalmente luego de arduas gestiones de la Comisión Municipal, encabezada por don Esteban Crovara, recibe la notificación de la aprobación del plan de pavimentación, solo que el monto se había visto reducido en un 60 %, otorgándose finalmente la suma de dos millones de pesos.
Tal vez nuestras autoridades hayan previsto que la solicitud de máxima, se vería recortada, teniendo en cuenta que el monto de la partida de cincuenta millones de pesos que contemplaba el crédito provincial de pavimentación incluyó un basto número de distritos de lo que más tarde conoceríamos como el conurbano bonaerense a más de varias ciudades del interior provincial.
Solo me permito imaginarme los álgidos días de aquella Comisión y del H.C.D. a la hora de readaptar el plan inicial y de que calles se pavimentarían y de cuales deberían esperar algunos años. Así se llega al mes de julio de 1929 en que La Matanza inaugura su nuevo edificio comunal y coloca la piedra fundamental del pavimentado de la Ruta nacional N° 3 hasta el centro de San Justo, de la Avenida Campana, (hoy Av. Esteban Crovara) y de la conectividad de la ciudad de Ramos Mejía.
Hoy a los noventa años de aquella histórica Ordenanza de 1924, debemos recordarla como la primera iniciativa de una gran Obra Pública, que preparó a La Matanza en su infraestructura vial, para ser algunas décadas después un poderoso distrito industrial, que dejaría atrás y para siempre sus años de destino agro-ganadero propio del siglo XIX.
Adolfo Fito Correa
Archivo CEHLaM